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SUSTO EN EL CEMENTERIO
HACE UN TIEMPO OÍ UNA HISTORIA, ME LA CONTÓ UN AMIGO, QUE A LA VEZ SE LA HABÍA OÍDO A OTRO AMIGO Y QUE ESTE SE LA HABÍA CONTADO OTRO AMIGO, NORMALMENTE ESTAS HISTORIAS CON EL PASO DE VOZ A VOZ SE VA DISTORSIONANDO Y EXAGERANDO ASPECTOS Y CADA UNO LA VA ADORNANDO A SU GUSTO, PERO QUISE AVERIGUAR Y PREGUNTE Y PREGUNTE. POR FIN ENCONTRÉ A UNO QUE LO VIVIÓ EN PRIMERA PERSONA Y DOY FE QUE OCURRIÓ Y YO LA VOY A CONTAR, OCURRIÓ EN EL CEMENTERIO DE SAN JUAN UNA FRÍA NOCHE DE NOVIEMBRE DE MEDIADOS DE LOS 90 LOS NOMBRES SON TODOS FICTICIOS.
EL MUERTO VIVIENTE.
_Vamos a cerrar... vamos a cerrar...vamos a cerrar...- Gritaba el hombre, mientras andaba por el pasillo central del cementerio mirando por cada una de las calles con nombre de vírgenes y todas ellas casi solitarias, donde los nichos se alinean en filas y con cuatro sepulturas de altura, todas ellas llenas de imágenes de santos y jarrones de flores artificiales,otras con flores naturales y alguna que otra corona con recordatorios de los muertos recientes..El reloj marcaba las siete y media de la tarde de ese 10 de Noviembre y el encargado y enterrador del cementerio Pepe avisaba a las pocas gentes que aquel día estaban de visita a sus muertos de que era la hora de cerrar, unos días antes el cementerio había estado abarrotado de publico ya que el día 1 fue el día de todos los Santos y se acostumbraba visitar el cementerio. Poco a poco se fueron marchando y Pepe en la puerta con las llaves en la reja preparado para cerrar les decía adiós, una ligera llovizna empezó a caer y una vez que salio todo el mundo el hombre cerro la puerta, mientra se protegía como podía de la lluvia que empezaba a apretar, la noche se había cerrado en agua y el hombre se fue al bar a refugiarse del agua y de camino tomarse unos tintitos.
Antonio y Jose, la pareja de municipales, ultimaban los apuntes del informe de la jornada, eran las diez menos cuarto de la noche y les quedaban quince minutos de servicio y sus compañeros de relevo estaban a punto de llegar, cuando de repente sonó el teléfono. Ambos se miraron, solía ocurrir, cuando era casi la hora de salir, surgía un servicio urgente, Antonio lo cogió y dijo aquello de _Policía municipal, dígame.- al otro lado, una voz de hombre nerviosa, tartamudeaba de tal forma que era imposible saber que decía, solo le pareció entender que decía un fantasma, un fantasma en el cementerio, la llamada se interrumpió y Antonio pensó que se trataba de una broma, pero quince segundos después el teléfono volvió a sonar, esta vez lo cogió el otro municipal Jose dispuesto a llamarle la atención al bromista, pero no se trataba del mismo hombre, esta vez era una mujer, que chillaba asustada, hay un muerto vivo en el cementerio corran, corran, Jose la intento tranquilizar y le pregunto que de que estaba hablando, la mujer volvió a repetir lo mismo y colgó. Los guardias se miraron y se plantearon que hacer, aquello les parecía tan surrealista, que por un instante pensaron no echar cuenta, pero algo le decía que aquello no era una broma.
Luisa venia andando desde Los Alcores de visitar a su abuela que estaba enferma, el paraguas la protegía del aguacero que estaba cayendo, al llegar al cementerio en la puerta de reja principal, tenia la costumbre de mirar hacia dentro y persignarse en señal de respeto y aquella noche hizo lo mismo, al mirar adentro, dispuesta hacerse la señal con los dedos, enfrente a ella se topo con la cara de una anciana que desde dentro en la oscuridad y toda vestida de negro le pedía que la sacara de allí. Luisa dio un alarido de terror, soltó el paraguas y salio corriendo cuesta abajo, a la altura de Master Magister un hombre y una mujer la pararon y le preguntaron que si ella también había visto al fantasma, la mujer no articulaba palabra, el susto y la carrera la tenia en estado de shock, el hombre le dijo que se tranquilizara que habían llamado a los municipales, mientras tanto a lo lejos a la altura del cementerio vieron un hombre que despavorido cruzaba corriendo a toda la velocidad la carretera provocando un frenazo de un coche que estuvo a punto de atropellarlo, se trataba sin duda de otra victima de la aparición. A lo lejos se oía la sirena del coche patrulla que subía la avenida de Palomares. Pusieron el coche con la luz alumbrando la reja de entrada del cementerio y los agentes Antonio y Jose se bajaron y esperaron que se acercaran las personas que le habían avisado, estos se pusieron a explicar todos a la vez a los guardias la aparición en el interior del cementerio, sin que llegaran a enterar exactamente que es lo que había ocurrido fue entonces cuando el agente Antonio puso orden.
_Vamos a ver de uno en uno, guarden silencio, ¿que es lo que han visto exactamente?.
Fue el hombre quien tomo la palabra.
_Iba yo camino de mi casa, a la Cooperativa, cuando al pasar por aquí escuche un siseo, mire para atrás y no vi a nadie, creí por un momento que se trataba del viento y fue cuando mire al interior del cementerio y vi un fantasma que me dijo ``sacarme de aquí´´.
_Y que hizo usted? -pregunto el agente.
_Pues que voy hacer... salir corriendo y después les llame mas tarde una vez que comprobé que no había sido cosa mía ya que a esta mujer le paso lo mismo y a esta también.
El agente se acerco a la reja y miro, saco su linterna y alumbro el interior de lado a lado.
_Pues aquí no se ve nada, lo mismo han creído ver algo, pero esta claro que todo esta tranquilo allí dentro, nadie se mueve-dijo en tono gracioso, sonriendo los dos agentes.
El otro agente Jose, tomo la palabra y su linterna y explicaba en tono de humor,mientras alumbraba al interior, un programa que había visto en TV de una visión colectiva de un fantasma en un pueblo de Barcelona y que todo había sido fruto de una broma televisiva. Cuando de repente algo vio moverse en el interior del cementerio y sus vellos se erizaron, un alarido salio de su boca cuando de nuevo lo vio a lo lejos y había alumbrado el rostro pálido del fantasma .Tartamudeando el agente, intentaba decirle a su compañero que lo había visto, cuando los anteriores testigo sonreía y le decían`` Lo ves, lo ves..como era verdad´´.
Se localizo a Pepe el encargado del cementerio que estaba aun...``protegiéndose de la lluvia en el bar´´.Se abrió el cementerio y Pepe que no creía esa historias de fantasma invitaba a los agentes que entraran sin miedo que el iba delante, encendió las luces y repetía ``veis como no hay nada´´ cuando de repente el municipal Antonio, se dirigió a los servicios y justo tras de la puerta vio una anciana vestida de negro y toda mojada por la lluvia, Antonio dio un grito y salio afuera y la mujer tras de el, Pepe al verla le dijo.
_Pero, que hace usted por aquí,doña Manuela?
Doña Manuela era una habitual del cementerio, desde que se quedo viuda hacia dos años no había día que faltara al cementerio, según ella para charlar con su difunto ahora que este la dejaba hablar sin interrumpirla. Aquella tarde se había quedado dormida y no se percato de que habían cerrado el cementerio e intento llamar a los transeúnte pero estos corrían, cuando vio la policía le dio miedo y se escondió en el servicio.
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